
Que coman pasteles es la traducción tradicional de la frase en francés «Qu’ilsmangent de la brioche», supuestamente dicha por una Reina tras saber que los campesinos no tenían pan. El nombre completo de esta alteza era María Antonieta Josefa Juana de Habsburgo-Lorena; nacida en Viena, 2 de noviembre de 1755 y fallecida en París, 16 de octubre de 1793, más conocida bajo el nombre de María Antonieta de Austria, fue una princesa archiduquesa de Austria y reina consorte de Francia y de Navarra. Decimoquinta y penúltima hija de Francisco I del Sacro Imperio Romano Germánico y de la emperatriz María Teresa I de Austria.
Pero vayamos a la famosa frase, siendo el brioche un lujoso pan enriquecido con mantequilla y huevo, la frase reflejaría la indiferencia de la princesa hacia los campesinos o bien el escaso conocimiento de su situación. Pese a que la frase es comúnmente atribuida a la reina María Antonieta, aunque no existen pruebas que lo confirmen.
La frase fue supuestamente dicha por ella durante uno de los periodos de hambruna que asolaron Francia durante el reinado de su esposo, el rey Luis XVI. Tras ser advertida de que el pueblo estaba sufriendo como consecuencia de la amplia escasez de pan, la reina, al parecer, habría dicho: «que coman brioche». A pesar de que dicha anécdota nunca fue citada por ningún oponente a la monarquía durante la Revolución francesa, terminó adquiriendo una gran importancia simbólica en historias posteriores cuando los historiadores partidarios de la Revolución trataron de buscar la forma de demostrar la falta de consideración y el egoísmo de aquella época. Podríamos trazar varios paralelos con la actualidad argentina donde se manifiesta el grado de desconexión con la realidad que tienen algunos políticos, sobre todo los que administran el país hoy. Aunque algunos o algunas quieran despegarse… Por ejemplo, fiestas clandestinas, gastos superfluos en comidas, viajes, comitivas innecesariamente multitudinarias, traslados en helicópteroso en aviones sanitarios, asunciones o actos políticos con puestas en escenas fastuosas, recitales, etc.
Tal y como menciona un biógrafo de la reina, esta frase fue particularmente útil debido a que el alimento básico del campesinado francés y la clase trabajadora era el pan, absorbiendo el 50 por ciento de sus ingresos. Similar situación a la de hoy en Argentina donde una familia de cuatro integrantes necesitó $139.737,74 para superar el umbral de pobreza en octubre de 2022: 9,0% más que el mes previo. Para no ser indigente, el mismo hogar debió tener ingresos por $62.106. En octubre se dio la mayor variación mensual desde que se mide la actual canasta alimentaria. Esto evidencia que el precio de los alimentos sigue ascendiendo por encima de la inflación y, aún peor, por arriba de los salarios.Por otro lado, al término del primer semestre del año, el 36,5% de los habitantes del país estaba bajo la línea de la pobreza, y de ellos un 8,8% eran indigentes, es decir que no les alcanzaba el dinero para comprar la cantidad mínima de comida para alimentarse.
Continuemos con Antonieta, fue creciente la impopularidad de la Reina en los años previos al estallido de la Revolución. Durante su matrimonio con Luis XVI, la reina fue percibida como una mujer frívola y extravagante, siendo citada incluso como uno de los factores que provocaron la crisis financiera del país.La reina destronada, tachada de frívola y despilfarradora, fue acusada de los crímenes más degradantes.
María Antonieta fue uno de los personajes más importantes de la Historia de Francia y de Europa. El 14 de octubre de 1793, la reina abandonó su celda y compareció, pálida y fatigada, ante el Tribunal Revolucionario, en La Conciergerie, en París. La archiduquesa de Austria fue acusada de conspirar contra Francia y de promover intrigas de toda especie, de satisfacer sus caprichos desmesurados arruinando las finanzas del país. Aficionada al teatro y a los grandes bailes, a los juegos de naipes y a la moda, María Antonieta fue odiada por un pueblo acosado por el hambre, llegando a ser apodada «Madame Déficit».
La mañana del 16 de octubre de 1793 todo París se halla en las calles, en los balcones y en los tejados. La muchedumbre que abarrota la plaza de la Revolución -la actual plaza de la Concordia, donde nace la avenida de los Campos Elíseos- grita con furia: ¡Viva la República!
La reina ignoró la miseria del pueblo y, con su conducta licenciosa, contribuyó al descrédito de la monarquía en los años anteriores a la Revolución Francesa. Que coman pasteles dijo María Antonieta y fue el detonante…
Fuente: www.muyhistoria.es, Sara Romero – INDEC – Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso.
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